La memoria inquieta...

Primera parte...


La memoria es inquieta, a veces engaña, en algunos casos decide de repente abandonarnos y pareciera que nos lleva con ella, te ausenta aunque estés ahí pero no me recuerdes y no te recuerdes, a veces se te ríe en la cara haciéndote revivir eso que no querías con un aroma o una frase suelta, o te explota en frente en el momento menos oportuno y hace mucho ruido, con la memoria no hay tiempo, ni espacio, ni explicaciones, cambia la voz y cambia el cuento, es así, eso es lo que hace la memoria, buena, mala o nula todo es relativo.
Últimamente mi memoria está jugando conmigo, me está angustiando al extremo, me encuentro llorando de repente sin saber el motivo real, se presento hace días y me desparramo en frente un rompecabezas gigante desarmado y desprolijo, fíjate que haces con esto me grito, junta las piezas, llora, grita, rómpelas, trágatelas una por una, hace lo que quieras pero de acá no salís si no resolves de una puta vez, este no es un juego fácil, ni lindo, ni entretenido, la mayoría de las piezas son detestables, son esas cosas que escondes, que no queres que formen parte de nada, que te duelen, te paralizan, te estancan, te esclavizan, vos no querías cambiar todo? No querías cosas nuevas? No querías empezar de nuevo? No estabas agotada del mismo desenlace una y otra vez? Bueno empeza por acá a ver si realmente podes, sin rompecabezas armado no hay libertad, cerró la puerta y me abandono…