sábado, 28 de agosto de 2010

Fastidio desmedido seis...


A veces estoy convencida de que mi punto de vista es el material extra de los Dvds, esas escenas que el director decide eliminar con o sin fundamento pero que se quedan a fuera y nadie ve.
Mi punto de vista está ahí, escondido a la fuerza, deseando salir y explicarlo todo, está muy a la vista, pero nadie quiere o puede verlo.
A mí nadie me pregunta, fabulan, suponen, niegan, inventan, blasfeman, prejuzgan pero no preguntan.
Nadie me pregunto si podían poner una bomba en el patio de mi casa, no me preguntaron que sentía de chica cuando el mundo se me vino abajo, no me preguntaron si me estaba enamorando, me atacaron y se fueron, no preguntaron si quería algo mas, lo dieron por hecho, nadie quiso saber porque grite una vez, fue más fácil suponer que fue el boludo de turno y a esos boludos siempre les fue mas cómodo pensar que eran lo más importante del cuento en vez de preguntar y descubrir que ni cerca, no preguntaron si jugaba juegos de estrategias, si apretaba hasta asfixiar o si me ataba a la pata de su cama, es más fácil pensar que soy como el resto, no preguntaron porque me fui ni porque me quede cuando lo hice, no preguntaron si me pateaban el caballete diciendo o haciendo tal cosa y nunca me preguntaron porque hice y calle tantas otras.
Y este es el preciso momento en el que yo te pateo el Dvd y les digo que se bien porque no lo hicieron, porque sus puntos de vista son tan visibles y trillados. No me preguntan porque les diría que de ninguna manera, que eso claramente no es vida, que me quede completamente sola cuando destartalaron mi pequeño mundo, que todavía no me enamore, que me hubiera encantado y hasta quizá te hubiera elegido pero tus mambos con vos mismo y tu pánico me sacaron las ganas, que seguramente quería algo mas pero no te lo iba a pedir y eso te asustaba, que tuve que gritar aunque no quise hacerlo para que me veas, para que dejes de escupir a los costados, que no armo estrategias ni ato ni aprieto porque construyo desde otro lado y eso te patea el caballete porque no sabes cómo manejarlo, que me fui porque sinceramente no podía mas con vos y no sé si alguna vez pude, que me quede por que te quería, porque creía en vos y te elegía como eras, no preguntaste porque sabias que no me dejabas ni un frasco arriba de la mesa si hacías o decías eso y nunca me preguntaron porque en el fondo sabían que se llevaban gran parte de la culpa.


Mi punto de vista es muy mío, no se hace en serie y vale la pena… ellos se lo pierden…

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