lunes, 24 de agosto de 2009

Yo confieso...


Capitulo 4


Mi mp3 me acusa despiadadamente de estar completamente embobada...


Te dejo una pista... ahi en la imagen...

miércoles, 19 de agosto de 2009

Ridicula...

Segunda parte:

A las 4 am su reloj se detuvo, Simona sintió un gran impulso por tomar valor y saltar de cabeza sin dudarlo, el enseguida comenzó a apilar almohadones a su alrededor, ella se sintió algo decepcionada, necesitaba ese sacudón, esa adrenalina, ese porrazo mas que nada en el mundo, lo miro fijo y tristemente, le dijo que con una sonrisa bastaba, el seguía apilando almohadas como si no entendiera del todo lo que ella buscaba, la sobreprotección exagerada disminuían sus ganas de volar.
Ya otra vez con los pies en tierra firme Simona vio delante suyo una inmensa telaraña de almohadones de todos los colores y formas, se sintió confundida y agotada de intentar explicar lo inexplicable y sin saber bien que pensar ante ese gran gesto inesperado, al ritmo de la mas dulce melodía apoyo su cabeza tiernamente en un almohadón, cerro sus ojos y se durmió profundamente. Soñó la mas horrenda pesadilla, un reloj de arena gigante la perseguía, la enfrentaba, la desafiaba constantemente y por mas que ella intentaba hacerle frente finalmente la aplastaba por completo.
Siempre había tenido serios problemas con la temporalidad, con sus ataques de ansiedad que no le permitían esperar y sus arrebatos violentos ante cualquier cosa que indicara tiempo.
Se despertó asustada y buscando esa melodía a destiempo, por suerte el había dejado sus almohadones y quizá también a destiempo…