miércoles, 15 de septiembre de 2010

Suceso perturbador seis...


Es ley que cuando el plan A derrapa un segundo aparecen por arte de magia y al instante planes de la b a la z, un mensaje para ver en que andas, una invitación al cine, un comentario completamente fuera de lugar, un llamado de atención, no importa el modo, como que instintivamente van cayendo uno a uno, esto lejos de tranquilizarme y ayudarme a ver el cuadro con mayor claridad me perturba e inquieta profundamente, como si inconscientemente todo conspirara para que el objeto del deseo adquiriera mayor importancia que la real. Me visualizo como una niña pequeña que intenta jugar con un par de tijeras, inmediatamente se las sacan de las manos y le despliegan un gran abanico de posibilidades ante sus ojos, la niña se enfurece a tal punto que es capaz hasta de destrozar a pedazos lo que le ofrezcan para que deje de pensar en esas tijeras, la niña entra en un transe siniestro en el que solamente va a querer eso que se le negó y a detestar todo lo que quiera suplantarlo.
Por más enroscado y exagerado que suene todo esto, es algo que ocurre frecuentemente, lo que nos abre la incógnita de si el plan A es realmente más inteligente de lo que creíamos, si las categorías de la B a la Z carecen de inteligencia y tacto o si simplemente es una cuestión de azar. De todas maneras siempre me sentó muy bien el personaje Rosario tijeras…

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