
Segunda parte...
En una milésima de segundo entre un pensamiento superfluo y un cigarrillo encendido ella se descubrió extremadamente frágil, sintió melancolía por lo que alguna vez fue y desconcierto por lo que quería ser, se observo en la mitad, desnuda, indefensa, sin fachadas, vulnerable, temió un instante, apago el cigarrillo y pacto un trueque de por que y como…
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