
Nada puede salir bien cuando esta cerca, nunca logre encontrar el por que pero cada cosa que rozaba inevitablemente se estropeaba por completo...
Y ahí estas parado exactamente en ese mismo lugar del que siempre me dijiste que escape, que me salve mientras pueda, quieto ahi con tu cara de póker jugando anda a saber que partida, no me interesa ya abandone el juego y me parecen trillados tus movimientos.
Cada uno toma sus decisiones pero cuando te cagas en todo lo que pensabas-decías perdes todo tipo de valor como persona, como amigo, ni te cuento en que lugar queda tu voz, quedas en ridículo. Me enoja un instante pero realmente no me importa ya.
Amontónate y bailotea en ese lugar que defenestrabas, en mi lugar al menos hay gente que se alegra de verme, que me extraña, que muy al pesar de alguno no quiere perderme, sin especular, sin juegos, dudo que del otro lado se corra con la misma suerte…
Ella tenía el ridículo don de decorar la realidad a su antojo, poseía una imaginación que trascendía todos los limites posibles, cuando algo no le gustaba, cuando se asomaba una necesidad insatisfecha o simplemente cuando nada pasaba ella dibujaba pececitos de colores, duendecitos, hadas y mariposas por todos lados. Cualquier cosa, una foto, una frase suelta, un deseo, una canción, era un disparador inmediato a un increíble mundo de fantasías. El problema eran los intervalos brutales, esos momentos en los que una mano gigante sopapeaba hadita por hadita dejándolas inconscientes y trastrabillando en el suelo por un rato.
No sé si fue su amigo con el corazón roto del otro lado o que esta vez había más pececitos que profundidad de campo, pero ella no logro evitar preguntarse si su imaginación finalmente la aplastaría o seguiría siendo solo un simple juego.
El deseo estaba muy dentro de ella, eso era claro, pero hasta donde?...
Entonces apareció el, hacia bastante que no hablaban pero tenían una conexión que trascendía el tiempo y el espacio y simplemente ocurría, aparecía él cuando tenía que aparecer y el tiempo parecía detenerse…
Hoy estaba muy charleta y venia cargado de palabras y sentimientos lindos, de juegos divertidos y dulces y de un montón de noticias de esas que te invaden de alegría aunque no sean tuyas, hoy estaban donde debían estar, conectados…
Simona se olvido de los vómitos cósmicos, las palabras amontonadas no tenían sentido alguno por que en algún lugar había un principito que la había domesticado, que le robaba sonrisas a montones, que la despertaba, que la hacía sentir tan cerca y que hace mucho tiempo atrás le había enseñado lo más importante de su vida, la fe en ella misma…