martes, 18 de octubre de 2011

Bang Bang...


Quinta parte...

Tocar fondo, suena lindo, pero el fondo no se toca, el fondo se paga y el precio es irreversible y alto. Al fondo uno se lo traga pedazo por pedazo y te corta cada rincón del cuerpo por dentro. En el fondo uno se arrastra como puede, la piel se raspa, se quema y sangra. Al fondo te lo estrellas de lleno con todo el cuerpo, la cabeza se te abre a la mitad, la vista se nubla, los huesos se rompen, todo el cuerpo se golpea y se retuerce, por que el fondo duele, corrompe, desespera, debilita. El fondo te rompe y te deja ahí desparramado, donde ya no podes tocar absolutamente nada, porque en el fondo no queda nada.
Violento, ridículo, humillante, da igual, como te caíste la quedaste, ya no te podes levantar. Abrís los ojos. En el fondo no hay mas ilusiones, no hay esperanza ni de movimiento alguno, no hay espacio ni lugar para nada, todo lo que alguna vez imaginaste o quisiste ya no entra, solo sos vos y el fondo, nada de que sujetarte, de que aferrarte, nada que te salve, nada en que creer, todo pierde sentido, todo deja de existir ahí donde volver a empezar suena ridículo. Ya no hay amor que valga, no hay pasión que salve, no hay motivación que baste, es el puto cubo negro, las capas de oscuridad y todavía más abajo, desesperación en estado puro que muta en angustia intolerable y finalmente en nada de nada, un coma en el estado más lucido, el vegetal más coherente y racional, pero no aguantas mas, sin fuerzas, sin ganas, bailando desequilibradamente en el fondo, solo, ahí donde ya perdiste hasta el miedo y no queda nada, ahí sos solo vos, y solo vos en el fondo no basta.

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