domingo, 19 de diciembre de 2010

Los otros y yo...


Capitulo seis...


Y de repente lo comprendió todo, encendió un cigarrillo mientras su cabeza viajaba por cualquier lado y percibió ese splash en su interior. Sin preguntárselo, sin siquiera estar pensando en eso las posibles respuestas caían por su propio peso.
Tantas veces se había enfurecido, había maldecido, pataleado y gritado tan livianamente la palabra “cobarde” ¿y si el factor desencadenante siempre había dependido exclusivamente de ella? ¿Y si era ella la que se escapaba por más que se quedaba quieta una y otra vez?
La secuencia se repetía irritablemente, en un instante mínimo y sin fundamento alguno ella sentía como un quiebre brutal y dulce en su interior, no importaba el lugar o el momento, como que todo a su alrededor se congelaba un segundo y una visión se apoderaba de ella, la del principio del fin.
Esta noche se le había presentado nuevamente, pero esta vez algo había sido muy distinto, quizá porque él no le dejaba margen para neurosis alguna, todo a su alrededor se congelo, el reflector le apuntaba directo al rostro cegándola, la música circense comenzó a sonar y el ratoncito que vive en la tetera hizo su entrada triunfal bailoteando al grito de “hui rubia, corre rápido, escápate, ya es hora” un flash violento de recuerdos se abalanzo sobre ella, un bombardeo visual que había visto tantas veces y en realidad no había visto nunca, el punto de vista había cambiado, ya no era el propio, ¿ y si a la mínima sensación de percibir la necesidad de otro salía corriendo a esconderse ya no debajo de la cama si no en el interior de su cabeza?

Yo también tengo miedo.

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