
Las mismas estúpidas palabras repetidas, aburridas y trilladas escuchadas una y otra vez en distintos escenarios con distintos rostros, diferentes cargas, distintos tiempos y un mismo climax la imposibilidad absoluta de permitirse conocer algo distinto y la consecuencia detestable de dejarme a mi una vez mas imposibilitada de hacerlo.
Me rehuso a pensar que no valgo la pena...
El peor fastidio desmedido es el que se convierte en dolor de impotencia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario